Imaginamos El Gavilán la Pascua.
Imaginar: “Representar en la mente la imagen de algo o de alguien.”
Desde el día que vi a Álvaro por primera vez sentí que en la vida venían cosas buenas para mí, ese día todo me Salió muy bien y supe que conocerlo tenía que ser parte de esto. Llegué esa noche a casa, vi la página de profesionales amigos e imaginé, imaginé lugares bellísimos, imaginé personas valiosas, pero jamás imaginé que me estaría involucrando con este maravilloso y completo ejercicio profesional.
Aprendimos en El Gavilán La Pascual.
Aprender: “Adquirir el conocimiento de algo por medio o del estudio o de la experiencia.”
Después de investigar arduamente sobre el resguardo, sobre el Vichada y sobre las etnias que ocupan este mágico territorio, emprendimos el viaje, poco a poco mientras nos alejábamos de este ruido de ciudad y de esta indiferencia entre la gente aprendí, aprendí sobre mis compañeras y ahora amigas de viaje, aprendí a quererlas y a trabajar con ellas. En cada lugar al que llegábamos aprendíamos, aprendimos el liderazgo y la fortaleza de Daniel, aprendimos en La Primavera la amabilidad de la señora Etelbina, aprendimos nombres de animales que nos enseñó don Armando, y por fin, desde el primer momento en que pisamos el Resguardo Gavilán La Pascua aprendimos la magia que existe en cada ser, y como esta fluye fácilmente cuando trabajamos en “Unuma”, juntos para el bien común. Fuimos al resguardo a un intercambio de saberes, le daríamos muchas ideas sobre la arquitectura que es nuestra profesión, pero además recibimos mucho más de lo esperado, una cantidad de conocimientos que poseen allí que se han transmitido a través del tiempo, o como nos dijo Pablo, a través de la magia de un sueño, y aprendí a recibir este saber y a agradecer a la vida por haberme permitido llegar aquí.
Cultivamos en EL Gavilán La Pascua.
Cultivar: “Poner los medio necesarios para mantener y estrechar el conocimiento, el trato o la amistad.”
Durante el viaje observamos las diferentes dinámicas organizativas del resguardo, primero en reuniones con la comunidad de san Rafael, después en asamblea con los capitanes y por último durante los recorridos por otras comunidades. Nos dimos cuenta del proceso que allí se lleva de acompañamiento y asesoría por profesionales amigos, encabezados por Alvarito, sobre diferentes temas de salud, medio ambiente, cultura, educación, gestión de proyectos entre otros, y como los habitantes del resguardo se han apropiado de cada uno de estos temas. Sentimos los diferentes ambientes de cada lugar, la arquitectura como reflejo de una sociedad, y la arquitectura como hacedora de sociedades, de esto un claro ejemplo es “Unuma” un espacio construido por todos y pensando para el cultivar, allí cultivamos conocimiento, hicimos diferentes actividades en pro de la conservación y el cuidado de una población que posee una cultura y un territorio establecidos. No solo en Unuma y en todo el resguardo, si no también dentro de nosotros mismos cultivamos el amor, el perdón, la paz, cultivamos la fortaleza y la esperanza que nos permite imaginar este lugar cada día mejor y cultivamos el aprendizaje que nos dará las herramientas para hacer de este un lugar cada día mejor.
Me traje a casa Infinidad de sentimientos y muchas ganas de seguir imaginando, aprendiendo y cultivando, me traje amigos nuevos, me traje mucho trabajo por hacer que más que un compromiso es el verdadero sentimiento de querer hacer parte de esto, y que lo que cosechemos sea fruto del amor y de la amistad entre nosotros y el resguardo Gavilán La Pascua.