El día 23 de Enero del 2014 en horas de la tarde el equipo de profesionales amigos nos encontramos con dos amigas indígenas del globo. Waira Nina Jacanamijoy Mutumbajoy desde la hermosa selva del Caquetá y Emilie Monnet desde Canadá. Wayra, perteneciente a la etnia Inga es una indígena del Caquetá que se ha interesado por los procesos de organización y fortalecimiento de comunidades, ha encontrado un modo de expresión vía su labor artística, entendiéndole como forma de resistencia y creación. Wayra también ha expresado su orgullo de ser indígena y nos dejó ver, cómo buscando la manera de trascender su conocimiento ancestral a la altura de lo sensible puede re-configurar y reflexionar el mundo, ella, confía plenamente en el arte como aquello que erige nuevos mundos, como aquel componente que re-configura los espacios sensibles, (así como Jacques Rancière apuntará en su estética política) y fue así entonces como Wayra Nina Jacanamijoy se inmiscuyó de lleno en las artes.
Wayra nos mostró un interesante proyecto de etno-educación que viene desarrollándose en el Caquetá, a saber, el colegio Inga Yachiakury en Yurayaco – Caquetá (ver video), que mediante procesos prácticos enseñan la soberanía de su territorio, de su lengua, de su alimentación, de su cuerpo… Y a propósito de este último dato corporal, Wayra nos enseñó que los quechuas creen que su cuerpo es su territorio, a donde van, entonces está su territorio.
Waira Nina Jacanamijoy Mutumbajoy, trabaja con Emilie Monnet quien es también a su vez una indígena que pertenece al grupo local canadiense de los KITICAN-SIVI. Emilie en realidad es de padre francés y de madre indígena. Por esta razón es que Emilie, muy a su pesar, no ha conseguido acceder completamente al mundo oriundo al cual le atrae sobremanera representar. Emilie se crió entre estos dos mundos (el suyo oriundo y el bárbaro-invasor occidental) nada compatibles y su realidad también le inspiró verse abocada a la esfera artística, a la comunicación del corazón certera hacía el alma escuchante. Emilie Monnet y Waira Nina trabajan desde hace un par de años juntas en proyectos que han visto intereses relacionados en cuanto a la defensa de los derechos de los pueblos nativos indígenas y en representación noble de los mismos. Emilie nos expuso sus vídeos artísticos que a manera de performance e instalación plástica-sonora, realiza en sus prácticas de las bellas artes y al amparo de las costumbres y tradiciones indígenas. Sin embargo, Emilie, también nos ilustró sus intereses por los nuevos medios digitales y sus avances en relación con las artes tradicionales, nos habló sobre el cómo despertar la motivación desde ellas, e incentivar ambas partes, o bien lo digital, o bien lo tradicional indígena, empero, sin separase la una de la otra.
Una vez escuchamos a Wayra y a Emilie, continuamos exponiendo los intereses comunes y que convergen con la fundación de profesionales amigos y consecutivamente hablamos sobre nuestro beneficio por la visita de éstas dos personalidades, significativas para el sustento progresivo de los proyectos y programas de formación con la institución. A la par, se hizo la substancial diferenciación entre lo que sería el Festival y lo que es el espectáculo, pues no se quiere que en la ejecución del festival “La flecha de oro”, se vea un remedo de la cultura del espectáculo la cual queremos abatir en definitiva. Esto pues, con la mirada en el horizonte; la solicitud: Traer artistas indígenas de estos nuevos modos de lo que figura el arte hoy día, hasta lo que sería el primer festival indígena de “la Flecha de oro” a realizarse en el resguardo Gavilán – Pascua Vichada y que nuestros indígenas locales a su vez puedan viajar a dar a conocer sus vehículos culturales de vida.